Cirugías Plásticas Periodontales
La
cirugía plástica periodontal se define como el conjunto de técnicas quirúrgicas
practicadas para corregir o eliminar deformaciones anatómicas, del desarrollo o
traumáticas de la encía o mucosa alveolar (Allen y Miller, 1996). Una de las
indicaciones más comunes para este tipo de cirugía es la recesión gingival,
definida como migración apical del margen gingival con respecto a la línea
amelo-cementaria.
En
literatura, se han descrito numerosas técnicas para el recubrimiento radicular.
Las técnicas quirúrgicas más utilizadas prevén el uso de un injerto de tejido
conectivo subepitelial combinado con diferentes técnicas bilaminares.
La
arquitectura de las coronas dentales será fundamental para restablecer la
condición gingival o de la mucosa queratinizada perdida por enfermedad u otros
problemas. La armonía plástica, la belleza y la salud están directamente
relacionadas e integradas a las demás especialidades médicas y
odonto-estomatlógicas.
El
paradigma estético plástico puede ser influenciado además por inflamación o
actividad de enfermedad; condiciones atípicas de ingestión de ciertos
medicamentos; lesiones de caries y nichos de retenciones; sobrecontornos y
restauraciones; por el uso de piercings; por traumatismos oclusales, etc.
Adecuar
la consonancia de la estética de la sonrisa puede requerir un recubrimiento por
máscaras coronarias realizadas mediante carillas, fundas o restauraciones,
donde se obtienen nuevas propuestas apropiadas a la solicitación estética.
Debemos
entonces preocuparnos cuando se debe indicar el tratamiento quirúrgico
periodontal o periimplantario, así como determinar cuál sería la conducta
apropiada para cada caso.
Las
técnicas quirúrgicas deben verse como maniobras complementarias que tienen como
finalidad restablecer la morfología de los tejidos gingivales, corrigiendo las
secuelas dejadas por la infección, mejorando la condición de los tejidos de
soporte mediante técnicas regenerativas y aumentando rebordes alveolares.
Cuando
fuere necesario, se pueden realizar aumentos de coronas clínicas por fracturas
o caries dentarias radiculares, siempre y cuando sea posible asociar ese
aumento a la extrusión ortodóntica, a fin de no perpetuar el comprometimiento
estético inherente a esa maniobra quirúrgica radical.
El
paradigma actual denota principios de una nueva era, donde no se aceptan más
cualquier mutilación topográfica morfológica. Este nuevo modelo defiende la
estética con plástica compatible a la belleza de la normalidad y armonía,
valorizando también su función y manteniendo el mejor nivel de salud.
Las
cirugías plásticas periodontales y periimplantarias se han consagrado como
fundamentales en este nuevo enfoque terapéutico.
Cirugía plástica periodontal
Diseñada
para corregir defectos d la morfología, posición y cantidad de las encía
peridentaria.
Indicaciones
·
Aumento de
encía
o Control de la inflamación gingival
o Evitar el avance de una recesión
o Profilácticamente en movimientos ortodonticos en los que se
desplaza el diente dentro de un periodonto
o En localizaciones de sensibilidad de tejidos blandos, durante la
masticación o el cepillado.
·
Recubrimiento
radicular
o Requerimiento estético del paciente
o Hipersensibilidad radicular
o Caries radicular incipiente
Técnicas quirúrgicas
1. Injertos libres (autógenos)
a) Injertos libre de encia
b) Injerto libre de tejido conectivo
2. Injertos pediculados
a) Injerto o colgajo de reposición lateral
b) Injerto o colgajo oblicuo-rotado
c) Injerto o colgajo de doble papila
d) Injerto o colgajo de reposición coronal
e) Injerto o colgajo pediculado semilunar
3. Regeneración tisular
1.
INJERTOS LIBRES AUTÓGENOS
a) INJERTO
LIBRE DE ENCÍA
La primera
descripción de un injerto libre de encía data de 1902, cuando Younger utilizo,
con éxito, encía retromolar para cubrir una raíz expuesta. No obstante eta
técnica no alcanzo una gran difusión hasta la década de los 60, en la que Biorn
en 1963, publico las primeras imágenes de un tratamiento exitoso con un injerto
gingival libre. Su empleo se difundió de forma importante. Hoy puede decirse
que es una técnica versátil, predecible y posiblemente la más empleada en
cirugía mucogingival.
Indicaciones
·
Aumentar la
banda de encía adherida: puede ser empleado como el primer paso de un colgajo
posterior de reposición coronal.
·
Conseguir
recubrimiento radicular: se debe tener en cuenta que la cantidad de
recubrimiento estará limitado por la altura del hueso y la papila interpoximal.
Desventajas
·
No se puede
emplear en zonas con compromiso estético, debido a que el injerto quedara de
color diferente.
·
Requiere de
un donante y una zona receptora
·
Dolor de
intensidad variable en la zona donante como consecuencia de la denudación y
posterior cicatrización por tercera intención de la herida.
·
La
naturaleza de la unión histológica entre la raíz y el injerto es desconocido en
seres humanos.
Técnica
1. Preparación del lecho receptor
·
Infiltración
de anestésico con adrenalina en el vestíbulo apicalmente a la línea
mucogingival y en las papilas.
·
Se marca
con un disector el lecho receptor a preparar, teniendo en cuenta que debe ser
lo más ancho posible, sin comprometer la encía marginal vestibular de dientes
adyacentes sanos. Si la indicación es para recubrimiento radicular el borde
superior del
·
Se procede
a disecar con un bisturí y hoja de 15 un colgajo de espesor parcial siguiendo
los límites prefijados y llegando de 6 a 8mm apical a la línea mucogingival.
Este colgajo es cortado en su base y se disecan las posibles inserciones
musculares para conseguir un lecho inmóvil a la tracción del labio.
·
Se procede
al raspado y alisado meticuloso de la raíz eliminando el epitelio del surco y
los restos de adherencia epitelial remanentes, así como todo tipo de depósitos
y cemento necrótico.
2. Obtención del injerto
·
Se prepara
con papel de aluminio estéril un patrón que tenga la misma forma que el lecho
receptor. El tamaño elegido será ligeramente para compensar la contracción
inicial del injerto, que será tanto mayor cuanto más grueso sea el espesor
obtenido.
·
Se procede
a la infiltración con anestésico del paladar en la región que será la zona
donante. Se pega el patrón previamente preparado distalmente a las arrugas
palatinas y cerca, pero no en contacto, de la encía marginal. Se dibuja con una
hoja de bisturí de 15 el contorno del patrón y se retira este. A continuación
se repasa y se profundiza 1mm de incisión.se debe infiltrar anestésico en el
centro del injerto antes de disecarlo
para facilitar el despegamiento y mejorar
la hemostasia. El injerto comienza a disecarse con la hoja 15 procurando
mantener el plano adecuado y el espesor del injerto deseado constante
·
Una vez que
el injerto se haya liberado se le coloca una sutura en la esquina mesial y
coronal que entra por epitelio y sale por el conectivo, con objeto de poder
identificar posteriormente las dos partes, luego se sumerge envuelto en una
gasa en un recipiente con suero fisiológico.
3. Protección del lecho donante
·
En primer
lugar se realiza una comprensión de la zona para conseguir una buena hemostasia. Una vez hecho esto se
realiza una inspección para detectar
arteriolas sangrantes en cuyo caso se
infiltran localmente un poco de anestesia con adrenalina en una concentración
menor a 1:80.000 y se ligan o
electrocoagulan en caso de necesidad,
posteriormente se prepara una malla de sutura reabsorbible como una tela de
araña que va desde los labios a otros de la herida donante.
4. Colocación del injerto
·
El injerto
es preparado retocando su forma y eliminando restos de panículo adiposo
procurando un espesor uniforme para lo que se puede utilizar un depresor de
lengua con el que delimitar el plano. Se fija en la posición adecuada con
puntos sueltos o con una sutura continua suspensoria peridentaria en la cual
los cabos que pasan de vestibular a lingual y viceversa lo hacen siempre a
través de las papilas con lo cual tiende a fijarse el injerto al lecho en
posición, es conveniente también colocar puntos en forma de x que cruzan todo el injerto y se anclan
peridentariamente y en el periostio o fibras musculares del fondo del vestíbulo
y que permiten adaptarlo perfectamente al lecho.
Se hace una comprensión con
una gasa humedecida con suero salino durante 5 minutos sobre el injerto
5.
Proceso de cicatrización:
Estudios histológicos realizados en monos demuestran que durante
los 3 primeros días después de la operación se observa un exudado entre el
lecho y el injerto, realizándose la nutrición de este por difusión plasmática, por lo que es
muy importante una buena adaptación inicial entre ellos y la absoluta
inmovilidad del donante. Las células epiteliales se necrosan y se descaman a
partir de los 4 o 5 y hasta 11 días se empieza a producir la anastomosis entre
los vasos del injerto y el lecho, teniendo lugar una proliferación capilar y la
formación de una densa red vascular de injerto. La repitelización acontece a
partir de las zonas adyacentes y se establece una unión fibrosa entre el
injerto y el lecho. A partir de los 11 días el injerto comienza a madurar
disminuyendo el número de vasos adquiriendo el epitelio su aspecto
queratinizado normal.
6.
Injerto libre de tejido conectivo:
Este tipo
de injerto fue desceito en 1974.
En 1963, el
injerto gingival libre fue introducido para incrementar el ancho de la encía
adherida.
7.
TECNICA
Preparación
del sitio que recibirá el injerto (zona receptora)
Obtención
del tejido donante.
Estabilización
del tejido
8.
Técnica:
-
La zona receptora se prepara
con un colgajo de espesor parcial con descargas verticales a ambos lados
extendiéndose al menos ½ a 1 diente mesio distalmente. La incisión coronal del
colgajo se realiza mediante una incisión surcular de los diente a tratar,
preservando de esa forma todo el tejido queratinizado presente. Las papilas
interproximales se dejaran intactas. Se realizará la disección más allá de la
línea mucogingival, con cuidado de no perforar el colgajo puesto que
comprometería seriamente la vitalidad del colgajo.
La singularidad de esta técnica radica en que el injerto extraído
del paladar carece de epitelio.
La longitud de la incisión palatina dependerá de la suma de la
anchura del diente cuyo recubrimiento radicular queremos obtener, extendiendo
también ½ a 1 diente en longitud.
Para su obtención se realizara la primera incisión 4-5mm paralela
al margen gingival continuándose apicalmente paralela a la anatomía externa de
forma que permita elevar una capa fina de epitelio, como (la portada de un libro). La segunda incisión
será paralela a la anterior, pero dos milímetros mas coronal y de igual
dimensiones buscando apicalmente el final de la primera, lo que permitirá
extraer una pieza de 1 a 2 mm. De espesor formado por el tejido conectivo
subyacente, con tan solo banda 1 milímetro de epitelio procedente de las
incisiones paralelas que se realizan para su obtención. Para ayudar a su
optecion se realiza una tercera incisión apical que permite la liberación de
tejido donante. Así mismo se podrán realizar incisiones verticales a ambos
lados de las horizontales que faciliten el despegamiento del injerto
trapezoidal y posterior sutura de la herida. Una vez obtenido se limpiara el
injerto de excesos adiposos y se recortara para adaptarlo a las dimensiones más
adecuadas. Así mismo, la fina banda de epitelio que cubre la raíz desnuda podrá
respetarse, no así la que vaya a quedar bajo el colgajo.
Con el paso del tiempo se ha ido depurando la
técnica para la obtención del tejido donante, puesto que la zona donante
injerto con incisiones verticales tiene una gran tendencia a la necrosis.
Raetzke ha descrito una incisión similar para la obtención de un injerto de
tejido conectivo con forma de cuña semilunar y una pequeña banda de epitelio
palatino. Harris ha utilizado instrumentos de corte específicos para obtener
incisiones paralelas y facilitar la obtención del tejido donante. Con el
objetivo de obtener un cierre primario en la zona donante se han descrito
técnicas de una sola incisión (Bruno y cols. 1994).
A continuación se sutura la capa superficial
en su posición original con lo que se protege el lecho donante. El injerto se
coloca cubriendo totalmente las raíces e incluso sobrepasando la línea
amelocementaria, y es cubierto con el colgajo de espesor parcial previamente
disecado, lo que permite mejorar el aporte vascular al injerto.
Nelson (1987) ha modificado esta última fase,
suturando entre si las papilas del colgajo de espesor parcial en la parte media
vestibular de la recesión, igual que se hace en los injertos de doble papila, con
lo que se mejora la protección, con estabilidad y vascularización de la zona
más comprometida del injerto.
Karring y cols (1974) demostraron que la
fracción conectiva del injerto es lo que determina si la zona injertada será
cubierta por tejido queratinizado o no. Esto ha dado pie al empleo de tejido
conectivo, obtenido para la ocasión o en una cirugía periodontal rutinaria,
como material de injerto libre sin ningún recubrimiento del colgajo del lecho
receptor, es decir empleando la misma técnica del injerto libre gingival.
Con el objetivo de obtener recubrimiento
radicular en múltiples recesiones adyacentes con injertos de tejido conectivo,
se ha descrito recientemente una técnica que permite una rápida y predecible
cicatrización de la zona receptora sin la existencia de incómodas incisiones
verticales. Esta técnica quirúrgica está basada en la construcción de un túnel
por debajo del tejido gingival mediante una incisión sulcular que abarca solo
los dientes afectados y que en sentido apical se extiende más allá de la línea
mucogingival, sin necesidad de elevar las papilas. Un injerto grande de tejido
conectivo se introduce a lo largo del túnel.
Indicaciones
Aumento de encía y /o recubrimiento
radicular.
Estará especialmente indicado para conseguir
estos fines en aquellos casos en que:
1. No exista zona de encía insertada donante
cercana para un injerto peniculado.
2. Sea una zona con compromiso estético y
queramos evitar el cambio de coloración típico de los injertos libres de encía
de aspecto queloide.
Ventajas
Ø Esta técnica consigue el recubrimiento
radicular con una gran predecibilidad gracias a la presencia en la zona
receptora de un doble lecho de riego sanguíneo.
Ø Menores molestias y complicaciones
postoperatorias de la zona donante con respecto al injerto libre por estar la
herida mejor protegida. Puede realizarse, por ejemplo, utilizando el tejido
conectivo sobrante en el curso de una cirugía de reposición apical
convencional.
Ø Mejor
resultado estético final ya que la mimetización en textura, color y forma del
donante con el receptor es absoluta, siendo imperceptible el procedimiento
quirúrgico una vez transcurrida la maduración de la herida.
Desventajas
La técnica quirúrgica de obtención del
injerto es algo más complicada. Y en individuos con paladares muy finos, lo que
afortunadamente es infrecuente, puede ser difícil extraer un injerto de grosor
adecuado.
La anatomía palatina, ya sea un paladar
horizontal, vertical o intermedio, influirá directamente en la cantidad del
tejido donante disponible por su influencia en la proximidad de la arteria y
medio palatino (Reiser 1996).
Así, la distancia media entre la línea
amelocementaria del segundo molar superior y el agujero palatino anterior en un
paladar vertical es de 17mm; en un paladar intermedio es de 12mm; en un paladar
horizontal esta distancia media es de 7mm.
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